Con mucho gozo les saludo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
En el Evangelio de Juan leemos: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1). Juan nos recuerda que Aquel que caminó entre nosotros era Dios mismo hecho carne. Ese Verbo encarnado no es solo historia, es vida presente para ti y para mí.
La Palabra de Dios es alimento para nuestro espíritu. La fe viene por el oír, y el oír por la Palabra. Si nos nutrimos de ella, seremos fortalecidos en medio de cualquier adversidad. Así como Pedro obedeció a Jesús y echó la red en su Palabra, aunque parecía imposible, también nosotros veremos lo sobrenatural de Dios cuando accionamos en fe.
No se trata de nuestras fuerzas, se trata de Él. Cuando Dios interviene, lo imposible se hace posible, y su gloria se manifiesta. Esa gloria no solo se escucha o se siente, ¡también se ve! Hoy, más que nunca, somos llamados a ser luz del mundo y embajadores de su Reino.
Te animo a declarar la Palabra, a levantarse en fe y a esperar grandes cosas de parte de Dios. Recuerda que la gloria de Dios ya ha nacido sobre ti, porque eres su hijo(a).
Con amor en Cristo,
Apóstol Wanda Rolón