¡Les bendigo en el nombre poderoso de Jesús!
Hoy quiero recordarte una verdad que nunca pierde vigencia: La Palabra de Dios es viva y eficaz (Hebreos 4:12). No es un simple libro de historia ni un conjunto de letras; es el mismo pensamiento de Dios expresado para transformar nuestras vidas.
La Palabra es como una espada de doble filo: penetra lo más profundo del corazón, separa lo que no es de Dios, nos corrige y nos alinea con Su voluntad. También es como fuego que purifica y martillo que quebranta la dureza de nuestro corazón (Jeremías 23:29).
Cuando atesoramos la Palabra, nuestro pensamiento cambia porque obtenemos la mente de Cristo. La Palabra tiene poder creativo: por ella fueron constituidos los cielos y la tierra (Hebreos 11:3). Por ella, Lázaro fue resucitado. Por ella, las tormentas se calman.
Amada iglesia, es tiempo de levantarnos y usar la espada del Espíritu (Efesios 6:17) para desarticular las trampas del enemigo. Así como Jesús venció al diablo en el desierto con la Palabra, tú y yo debemos defender nuestra fe con ella.
Te invito a que no dejes de leer la Palabra cada día. Así como el cuerpo necesita agua para limpiarse, nuestra alma necesita ser purificada por el agua de la Palabra (Proverbios 30:5).
¡Hoy decide que la Palabra será tu guía, tu defensa y tu alimento diario!
Con amor en Cristo,
Apóstol Wanda Rolón