AMADA FAMILIA EN LA FE,
Quiero compartirles una palabra que el Señor depositó en mi espíritu yque sigue retumbando en mi corazón: “Por gracia soy salvo” (Efesios 2:8).
Hoy más que nunca, necesitamos volver a las bases del Evangelio. La salvación no es por obras, ni por ritos, ni por linaje. Es por gracia, un favor inmerecido que alcanzó a judíos y gentiles, a los de cerca y a los de lejos… ¡y también a ti y a mí!
Dios no hace acepción de personas. Vemos cómo en toda la Escritura se nos revela que su gracia alcanzó a la samaritana, al gadareno, a la mujer sirofenicia, a Cornelio, a tantos “incircuncisos” que estaban fuera del pacto, pero que fueron alcanzados por su amor y su misericordia.
Hoy somos nuevas criaturas en Cristo. No fuimos salvos solo para cantar, sentarnos o esperar. Fuimos salvos para ejercer, para anunciar, para multiplicar lo que hemos recibido. ¡Por gracia recibimos, por gracia debemos dar!
No te calles. No subestimes lo que Dios puede hacer contigo. Hay gente hambrienta esperando una palabra viva. Que el Espíritu Santo se mueva a través de ti. El tiempo se acorta. Cristo viene.
Con amor en Cristo,
Apóstol Wanda Rolón